Los menores de cuatro años van más seguros en contra de la marcha

Los menores de cuatro años van más seguros en contra de la marcha

Debido a que a menos que seas suscriptor de www.laprovincia.com no se puede abrir en su totalidad la noticia que publicaron el día 1 de Mayo, transcribo de manera literal la entrevista realizada por la periodista Aroa Quintana Vilavert.
Jesús Rodríguez (1976, Chipiona, Cádiz) es Guardia Civil de Atestados, titulado como Experto Profesional en Seguridad Vial por la UNED, socio de la Asociación Nacional de Seguridad Infantil y miembro de la Carta Europea de Seguridad Vial. Ganó el premio “Ciudadano Ponle Freno” y es finalista al de la Excelencia De Seguridad Vial de la Carta Europea.
¿Qué le llevó a presentar su candidatura?

Me presenté porque me llegó por casualidad la información, me decidí a inscribirme y rellené todos los datos. Sinceramente, me olvidé totalmente y un día un compañero me envió un mensaje de que había quedado finalista y fue cuando empezamos a mover las redes sociales porque era por votación popular. Agradezco al blog www.acontramarcha.com por haberme promocionado en las redes.
¿Cuál fue su objetivo al presentar la candidatura?

Dar a conocer a la sociedad que llevar a los menores de cuatro años en el sentido contrario de la marcha es lo más seguro, porque hasta esa edad se están formando los músculos del cuello, deltoides y la columna vertebral del menor. Mi intención es conseguir modificar la ley. Estoy contento porque por lo menos desde el senado se habló acerca de esto, con el breve discurso que mis nervios me permitieron dar tras resultar ganador. Al finalizar, mucha gente se acercó a mí para preguntar sobre el tema.
¿De dónde viene su inquietud para conocer más sobre los sistemas de retención infantil?

Todo surgió cuando mi mujer se quedó embarazada, íbamos a ser padres e investigamos sobre el sistema de retención infantil. Nos dimos cuenta que en los países nórdicos apenas hay mortalidad infantil en accidentes de tráfico porque se utilizan siempre las sillitas en contra de la marcha. Para nuestra sorpresa, cuando fuimos a comprar esta silla nos encontramos que las respuestas de los establecimientos eran del tipo: “No existe”, o “existen, pero los niños se agobian, se marean y no les gusta ir así”, “son sillas homologadas en Europa pero en España no”, “No vendemos ese tipo de sillas”.
Pensé que esto tenía que cambiar y que había que hacer algo al respecto.
¿Qué diferencia hay para el menor ir en sentido contrario de la marcha o contra ella?

Si el menor va mirando al frente la silla lo sujeta con un arnés que en caso de accidente o  frenazo, inmoviliza hombros y caderas. Sin embargo, lo que más le pesa es la cabeza, su cuerpo no se mueve pero la cabeza sí. El cuello se puede llegar a estirar hasta 5 centímetros y ahí es cuando vienen las lesiones, algunas irreversibles. En cambio, al ir en contra de la marcha, la silla absorbe el impacto por tener forma de cápsula, absorbiendo el primer impacto y resguardando columna, cuello y cervicales del menor.  
¿Cuál es el fallo que detecta ante este conocimiento social de la seguridad vial?

Detecto  una falta de información total. Empieza por la ley, que dice que a partir de los nueve kilos, el niño puede ir a favor de la marcha y los padres entienden deben. Hay que intentar que las familias se olviden de comprar  las sillas para evitar la multa y comiencen a hacerlo para salvar las vidas de sus hijos. Es una prioridad. Habría que empezar la educación vial en los propios hogares y después seguir en los colegios. Por eso me sumergí en el proyecto de dar charlas al respecto. Hay partidos políticos que en su programa electoral incluyen incorporar una asignatura de seguridad vial, y eso es esencial. Aquí en España aún hace falta mucho trabajo.

Desde hace tres años imparte charlas de seguridad vial, ¿en qué consisten?

Surgió un poco de improvisto. Hablando con otras madres sobre nuestras inquietudes me sugirieron que impartiera  una charla en una tienda de juguetes, luego en un centro de salud y a raíz de ahí no he parado. Las doy fuera de mi tiempo de servicio, de manera totalmente altruista, en centros de salud, asociaciones de padres y crianza, comercios, ect…Duran unas dos horas y en ellas trato varios aspectos, les pongo videos para darle realidad a esta problemática. Empezamos hablando sobre las embarazadas, de cómo tienen que ir seguras ; de la seguridad en los transportes públicos,; la bicicleta y los niños; y a partir de ahí hablar de la silla a contramarcha, los diferentes grupos que hay, como se instalan, ect.
¿Qué impacto han tenido estas charlas?

Hace tres años cuando empecé, en Gran Canaria no había ni un sitio donde poder comprar una silla a contramarcha. Hoy en día hay varios, aunque hay comercios que no apuestan por ello fuertemente, pero es un avance que los haya. Además, gracias a mi  página de Facebook Seguridad Vial en Familia y a la pagina A contramarcha salva vidas , he llegado a más personas. Mi balance es positivo, hemos conseguido que en el archipiélago la gente empiece a “apretar los tornillos”  a los comercios y están demandando este tipo de sillitas. Falta que las tiendas crean más y formen a sus trabajadores con las propias marcas.
¿Cuál es el índice de mortalidad infantil en accidentes de tráfico?

En 2013 murieron 46 niños menores de 12 años. En 2014, 37 niños y 351 hospitalizados por accidente. Es un dato aún preocupante y que hay que conseguir que se reduzca a cero, como otros países. Noruega por ejemplo, acabó el año 2015 con 0 menores de doce años fallecidos en accidente de tráfico.
De media hasta que el niño crece y no necesita silla, necesitará entre dos y tres sillas, depende del menor, de su crecimiento, ect… Por eso lo  explico en las charlas ya que en algunos comercios los vendedores no tienen formación al respecto y no tienen  en consideración aspectos que son esenciales: las variantes de peso, altura, sexo, edad y coche para así determinar cuál es la silla idónea.
El resto de sillas del mercado están homologadas, ¿por qué no son igualmente efectivas que las específicas a contramarcha?

Todo lo que se vende está homologado, pero no todo lo homologado es seguro. En Suecia hay un centro que someten a las sillas a unos crash-tests más exhaustivos, el Plus test, mucho más exigente que la homologación europea. Solo sillas a contramarcha pasan este sello de calidad, debido a que mide la carga cervical que recibe un niño en el cuello tras un impacto. Mientras que una silla normal mirando al frente se puede homologar con unos 320 kilos de presión sobre el cuello del menor en caso de accidente, la que pasa el plus test no excede de 50 kilos. Ahora mismo en el mercado hay diez sillas con este sello, los estudios son más exigentes.