¿Qué pasa con las piernas de mi hijo?

¿Qué pasa con las piernas de mi hijo?

Cuantos padres  no se hacen esta pregunta cuando se imaginan a su hijo con 3, 4 o más años viajando de espaldas a la marcha. “Eso no puede ser cómodo” es lo que suelen decir

Lo que  parece incómodo para nuestros ojos de adultos, por que la imagen que tiene el padre es a él mismo sentado en esa silla, en realidad es muy cómodo para los niños  viajar en un asiento para el automóvil orientado hacia en el sentido contrario de la marcha.

 Como todos sabemos, los pequeños pueden contorsionarse en todo tipo de posiciones que causarían un dolor grave a los adultos.   Apoyar las piernas en el asiento de un vehículo, sentarse con las piernas cruzadas o colgar las piernas sobre el costado del asiento del automóvil es mucho menos difícil para ellos comparado con las posturas que hacen a diario…Si no te lo crees, prueba a quedarme mirando a tus hijos mientras juegan…veras posturas de auténticos gimnastas…children-sitting-on-ground-2409929

De hecho, los niños se quejan con mayor frecuencia en los asientos orientados hacia adelante porque sus piernas  se duermen (similar a la sensación que tenemos los adultos cuando nos sentamos  en un taburete de bar que no tiene reposapiés). 

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El hecho de que el niño que viaja en un dispositivo orientado a contramarcha  tenga un lugar para poner los pies, contra el respaldo del asiento del vehículo, significa que sus piernas están apoyadas por lo que no  experimentan esta molestia.

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Y si acudes a un centro especializado en sistemas a contramarcha, sabrán colocar la silla para que el niño tenga el mayor espacio posible sin renunciar a la seguridad.